La ampliación de las superficies agrícolas en los últimos 30 años. Han motivado un corrimiento de la ganadería a suelos menos ricos, provocando también en el criador nuevos desafíos que agudizan el ingenio hacia nuevos métodos de manejo. Aparece entonces el Brangus como un arma de vital importancia para hacer más productivas esas tierras marginales, permitiendo aumentar su receptividad con mayor producción de carne por hectárea.

En las décadas pasadas recibimos el desafío de la colonización ganadera del subtrópico argentino. Este avance significó un importante proceso de absorción genética con Brangus mejorando las poblaciones bovinas existentes. Los rodeos de cría se homogeneizaron en calidad, mejoraron los porcentajes de preñez y de destete de la mano de un manejo racional con pasturas subtropicales que revolucionaron los conceptos de carga animal. Los avances en sanidad se hicieron evidentes en el control de endo y ectoparásitos, la genética se vio acompañada por cambios tecnológicos; pero esos cambios necesitaron del Brangus como punto de partida, un Brangus que sigue evolucionando hacia genotipos mas carniceros, con la adecuada proporción de sangre Cebú para mantener la rusticidad ante un medio siempre desafiante.